sábado, 1 de octubre de 2011

EXPERIENCIA EN EL HOSPITAL DE SUCRE: DOS SEMANAS DESPUES


Ahora que hemos asimilado el shock de encontrarnos de repente en un hospital, con pacientes que te llaman doctorsita y no dejan de halagarnos con frases como “son ustedes ángeles bajados del cielo, doctorsita” ¿”Por qué no se quedan ustedes acá”?, es hora de reflexionar sobre la experiencia de un modo más sobrio.

Pacientes y patologías

Lo más increíble de esta experiencia es que estamos viendo a personas realmente enfermas; esto no es occidente donde la gente viene para adelgazar o por acné. Una gran mayoría de mis pacientes padecen chagas y la diabetes es bastante común. Otros compañeros han tenido casos graves de enfermedades venéreas, posoperatorios de fracturas graves de piernas y parálisis faciales. También hemos visto problemas relacionados con salud mental, convulsiones, epilepsia…

Estamos teniendo la oportunidad de experimentar en carne propia cómo deben sentirse los sanitarios de la llamada medicina alopática: la presión de los horarios, el desbordamiento de pacientes, la necesidad de desarrollar estrategias de diagnostico rápido….. A mí personalmente me está haciendo mucho más comprensiva hacia los compañeros sanitarios, médicos incluidos. Desde un punto de vista más egoísta, creo que esta experiencia me está dando unas tablas increíblemente valiosas para cuando vuelva a España

Me ha ayudado a ganar confianza en mi capacidad como terapeuta yen la eficacia del método. La primera vez que vi un pie varicoso en una diabética, pensé “aquí no pincho”; la zona edematosa y con hematomas de una señora con do operaciones de tibia/peroné, me causó la misma reacción. Ahora no tengo remilgos y me he atrevido con lesiones traumatológicas en fase aguda. Los pacientes, cuando le preguntas si les duelen las agujas, suelen responder responden “nada que no se pueda aguantar, doctorsita”. Lo más importante es ver con mis propios ojos que el tratamiento funciona, y que el dolor causado se paga dobleces. De vuelta a España los gestos asustadizos y desconfiados de los pacientes no serán como ahora una traba para el tratamiento.

Esta semana estoy tratando una mujer con polineuropatía desmielinizante crónica grave. Como terapeuta me alegra ver que los temblores han mejorado en una sola sesión. También tengo que enfrentarme a darle a mi opinión sobre el pronóstico cuando me pregunta “¿en cuántas sesiones doctorsita ganaré otra vez fuerza en mis músculos para andar sin muletas?” Para complicar las cosas es diabética y obesa… No es fácil ser compasiva, dar esperanza y sin embargo hacer al paciente cnsciente de la gravedad de su enfermedad.

Nicolás, tiene 75 años, pero no los aparenta. Viene por dolor en los músculos, con palabras y dolor lumbar. Tiene Chagas desde los 40 años y los médicos lo desahuciaron. Gracias a sus Vahos de romero y artemisia, me cuenta se deshizo de la artrosis y el dolor, pero ahora los calambres no le dejan vivir. Su lengua está totalmente pelada, de espejo. También tiene insuficiencia de corazón por el tema de chagas ( esta muy medicado).Uso puntos de tonificación del Riñón y del Corazón ( Shu-yuan) además de Du4, Vb31, Vb34. Tras la primera sesión le mejora el dolor lumbar y los calambres sin menos intensos. Después de 4 sesiones, empieza desarrollar capa en la lengua!!. Lo dejé muy contento y en mejor estado.


Marta tiene 28 años, aunque aparenta más. Es una belleza indígena con unos ojos preciosos. Tiene 2 hijos y se dedica a tejer chompas (jerséis). Era paciente de Myos, quien había conseguido mejorarle los dolores de cabeza y el dolor de brazos. Seguía quejándose de que no sentía las piernas de rodillas para abajo y que le ardían las plantas de los pies. Hice una modificación del tratamiento para centrarme en el entumecimientos de piernas ( Vb39 y E38).Después de dos sesión mejoró mucho. No he conseguido reducir el calor en plantas de los pies por el momento.

Estos son dos ejemplos entre muchos de las personas que hemos tratado. No todos los pacientes eran personas sin recursos económicos. La voz de que había acupuntores españolitos se corrió entre la clase media de Sucre. Ingeniaras agrónomas, familiares del personal sanitario del hospital, médicos, profesores, abogados… pasaron por nuestras consultas. Entre ellos el estrés, los problemas ginecológicos y los dolores osteomoleculares eran comunes. En varios casos de amenorrea en chicas jóvenes, se obtuvieron resultados prometedores ( aparición de regla) tras 1-3 sesiones.

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